Como hemos comentado en muchas ocasiones anteriormente SÍ, es bueno, muy bueno, tiene repercusiones positivas en su crecimiento físico y mental. (Consulta a su pediatra antes de apuntarlo a clases, ya sabes, cada niño es un mundo).
Pero hoy no os detallaremos las ventajas de la natación, vamos a centrarnos solo en una de ellas, la más importante para OJOPEQUEALAGUA:
LA SEGURIDAD EN EL AGUA
Aprender a nadar es una de las primeras recomendaciones en la prevención de ahogamientos en distintos momentos de la vida de nuestro hijo:
DE NIÑO:
Un niño que sabe nadar nos proporciona unos segundos preciosos en caso de incidente, un tiempo vital para llegar hasta él.
Recuerda, no te exime de estar OjOPequeAlAgua, pendiente y vigilándolo. Nadar no es garantía absoluta, caídas, golpes mareos, cansancio… pueden desencadenar un accidente, pero ese margen de tiempo mientras tu llegas y él se mantiene a flote puede ser la diferencia entre la vida y la muerte
DE ADOLESCENTE:
Los adolescentes son otro colectivo de alto riesgo de ahogamiento, los comportamientos de riesgo son habituales en esta etapa problemática y nosotros ya no estamos siempre allí vigilando. (Es complicado para un adolescente reconocer que no sabe nadar)
Si nada con fluidez cubrimos una parte del problema, si además les hemos enseñado los riesgos, la forma de evitarlos y los conocimientos que necesitan para actuar ante una emergencia nos aseguramos de tener adolescentes protegidos.
Adolescentes con comportamientos seguros que evitan juegos absurdos como las apneas tan de moda en internet, ahogadillas y retos que cuestan vidas
DE ADULTO:
Nadar no se olvida y la prevención tampoco. Lo aprendido de niños y adolescentes nos aporta seguridad también de adultos.
Saber nadar y como prevenir un accidente o poder reaccionar correctamente si ocurre nos protegerá también cuando seamos mayores.
Ni un niño sin saber nadar. Le servirá ahora y para el resto de su vida
¿Y quien le enseña a nadar mejor nosotros o un especialista?
Es una pregunta que nos hacéis últimamente, algunos ahogamientos ocurridos en clases de natación nos han puesto en guardia y nos han sembrado la duda.
A pesar de ellos, nosotros recomendamos que disfrutes del tiempo de piscina o playa con tus hijos para jugar y divertiros y que dejes la tarea del aprendizaje a sus monitores.
Son profesionales especialistas en natación, ellos pueden valorar la resistencia, la capacidad y autonomía de tu hijo y adaptan la enseñanza a esos y otros parámetros.
Dicho esto vamos a daros algunos consejos, los imprescindibles cuando apuntes a tu hijo a clases.
Para orientaros en esos imprescindibles y dado que nos encontramos distintas normativas según comunidad, ayuntamiento o instalación, tomaremos a nivel general y como referencia de mínimos las que marca el convenio colectivo que rige monitores y socorristas en instalaciones acuáticas a nivel estatal.
¿Por qué un convenio colectivo estatal? Pues porque en él encontramos las funciones, obligaciones y derechos de los trabajadores que se ocuparán de la enseñanza de nuestros peques en el agua. Puedes consultarlo completo en el siguiente enlace: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2020-8079
Como resumen en la parte que nos compete, los mínimos exigibles en las clases de natación de nuestros niños.
4 cositas sobre las clases de natación y los ahogamientos
- Los monitores de natación deben estar titulados. Solicita al centro al que acudas ver la titulación del monitor de tu hijo. Su función es impartir clases y cursillos.
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La legislación vigente estipula los máximos de alumnos por clase del siguiente modo:
Matronatación: 5 alumnos máximo.
Bebés: Sin acompañante: 2 alumnos como máximo.
Con acompañante: 3 alumnos como máximo.
Iniciación: 8 alumnos como máximo (adultos y niños).
De tres a cinco años: 8 alumnos como máximo.
Nivel medio: de 8 a 10 alumnos máximo.
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Además de los monitores de natación las piscinas deben contar con Socorristas titulados.
Su función es la de prevención, vigilancia y salvamento de ser necesario.
Bajo ningún concepto el sos puede abandonar su puesto. Si debe hacerlo para atender a un accidentado otro profesional debe sustituirlo, nunca puede quedar el resto de usuarios sin vigilancia. (Podemos tener dos accidentes a la vez y no habría respuesta).
Es muy positivo que muchos de los monitores sean también socorristas y tengan las dos titulaciones, en caso de accidente toda ayuda es poca pero no deben estar ejerciendo las dos funciones a la vez.
Es decir, el socorrista en funciones de vigilancia no puede estar al mismo tiempo enseñando natación. Son dos personas trabajando cada una en las funciones del puesto que ocupa en ese momento.
- Es importante que las instalaciones tengan las revisiones pasadas: botiquín, equipos de reanimación y oxigenoterapia y material de rescate. Si hay un accidente es material imprescindible para una atención rápida mientras llegan los servicios de emergencia.
Con una buena prevención y profesionales dedicados a nuestros peques podemos reducir el riesgo en el medio acuático.
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